Grupo Lampier nos muestra una vez más que belleza, comodidad y utilidad no están reñidas en un mismo espacio vital, sino todo lo contrario, la buena armonía se respira en cada detalle de nuestra estancia. Hablamos de un salón diáfano, de un sofá chaise longue que harán las delicias de nuestros días y en definitiva de nuestra vida.
La palabra diáfano nos traslada en nuestra mente a un lugar donde no existen las fronteras, donde el espacio lo podemos distribuir a nuestro antojo y gusto. Nos lleva a pensar en simplicidad, nada de complicaciones. Esas quedan fuera de nuestro hogar y son bastantes. Nos lleva a pensar en luz. La luz natural es tan importante en nuestras vidas que muchas veces pasa casi inadvertida, pero influye desde nuestra forma de vida hasta en nuestro carácter.
La palabra chaise longue hace que nuestra mente se traslade a un lugar placentero, a relax, a paz, tan necesaria en nuestro quehacer diario.
Si unimos ambos términos tenemos el espacio ideal para convertir nuestra casa en algo más que un habitáculo dividido en compartimentos.
Se puede pensar que perdemos un poco de intimidad, pero para ello existe la idea de flexibilizar el espacio, con elementos que no entorpecen el flujo de luz.
Los espacios diáfanos nacieron en las grandes construcciones de tradición industrial que se alquilaban a bajo precio.
Un salón queda marcado por la ubicación del sofá. Y es por este motivo entre otros, que el sofá chaise longue es la mejor opción para un salón de nuestras características. Se puede utilizar la parte trasera del sofá como barrera para separar ese espacio de por ejemplo un pequeño o gran comedor.
Si queremos disponer de más espacio podemos colocar el chaise longue pegado a la pared. Y si a la vez queremos diferenciarlo de otro espacio podemos recurrir siempre a otros elementos como es el caso de biombos, correderas de cristal que se puedan quitar y poner, jugar con el color de las paredes al ponerlas de diferente color. Todo es cuestión de lo que busquemos y nos guste más.
No importa que nuestra casa sea más grande o bien más reducida, ya que ofrecemos este tipo de sofá de distintos tamaños para que se adecúen a tu espacio. Lo que sí es seguro que vas a acertar con esta elección.
Es un sofá que implica comodidad, sociabilidad, estética y modernidad. La comodidad nos la aporta el hecho de que podamos usarlo como cama para ver la tele o simplemente descansar. Sociabilidad porque podemos compartirla con las personas que comparten nuestra vida y espacio, o con aquellos amigos y familiares que vienen a visitarnos, nos vemos todos a todos lo que facilita la comunicación tan importante en nuestros días. Nos proporciona una estética a nuestro salón, esto dependiendo de los gustos de cada uno. Y da un aire de modernidad a la estancia, aunque este tipo de sofá no lo inventamos ayer.
Este tipo de mueble los usaban los egipcios y romanos para descansar y comer, sobre todo las mujeres, aunque se hizo popular en Francia durante el siglo XVIII. Y lo que significa es silla larga para poder colocar las piernas.
Puede ser de distintas plazas y en una de ellas es donde se produce la extensión de la misma. A lo largo de la historia se ha asociado a familias pudientes, pero gracias al paso del tiempo hoy podemos disfrutar de ella sin necesidad de arruinarnos ni de aparentar.
Todo evoluciona en esta vida y nuestro mueble no iba a ser menos. Ahora los hay de todos los precios, telas y calidades. Si disponemos de mascotas o niños pequeños deberemos elegir telas que sean antimanchas o que se puedan lavar las fundas con facilidad. Si nuestro salón es diáfano como es nuestro caso, lo mejor es optar por colores claros para que todo sea armonioso a los sentidos, ya que el color oscuro hace que todo sea más opaco.
Lo hemos referido muchas veces desde Grupo Lampier, que la modernidad y comodidad no son antagonistas de la belleza y el buen gusto. Decorar no es llenar la casa de muebles y cacharros que a la larga no le damos utilidad.
Antes de decidirnos por uno veamos las características siempre. Es importante que el respaldo nos coja bien la espalda y la cabeza, que su armazón sea sólido para que nos dure el máximo de tiempo posible y a la vez sea cómodo. El relleno es importante también. Y ya por último la tapicería y el color que eso depende exclusivamente de nuestras preferencias y también conveniencia.
Muchas veces no hay que fiarse de las apariencias más llamativas o de las ofertas super gangas, porque a lo mejor nos dan gato por liebre. Cuando hay mucha oferta en el mercado hay que saber qué se busca y qué presupuesto tenemos. Las apariencias suelen engañar.
No está más cómodo y descansado el que tiene el mejor chaise longue sino el que lo disfruta y comparte en un ambiente donde la luz ilumine sus días. Y con nosotros, podrás disfrutar de tenerlo por primera vez todo, y a una calidad insuperable. ¡Lo mejor para ti, lo mejor para tu hogar!