Decoration

EL GRAN PAPEL QUE JUEGA LAS LÁMINAS DECORATIVAS DENTRO DE NUESTRO HOGAR.

Cuando vamos a decorar una casa buscamos y compramos muebles que se ajusten a nuestros gustos y presupuesto. Decorar no solo es llenar de muebles una habitación, ya que también hay unas paredes vacías esperando ser “adornadas” y que suponen un paso muy importante al igual que los demás muebles y accesorios. Desde Grupo Lampier pensamos en todo, y por eso ofrecemos a nuestros clientes una variedad de láminas decorativas que hagan de tu casa tu hogar.

Aunque muchas veces no le demos mucha importancia, la verdad es que las láminas con las que decoremos nuestras habitaciones son más importantes de lo que pensamos, porque al ser recibidas por el sentido de la vista, transmiten a nuestro cerebro sensaciones que pueden ser agradables o no.

Como siempre decimos, para gustos los colores. Las láminas son elementos muy personales porque no todos hemos tenido las mismas vivencias ni perseguimos los mismos objetivos a la hora de decorar.

Hay personas que no les dan mucha importancia y las eligen dependiendo únicamente de que estén en armonía con los colores elegidos para el resto de muebles. Es decir, no se implican personalmente en la elección.

En cambio, hay personas que buscan láminas que le den calidez a la habitación y que, al contemplarlas, les traiga a la memoria algún recuerdo reconfortante o simplemente que les transmita paz y relax.

Sabemos que hay colores fríos y cálidos. Entre los primeros están el azul o el verde y entre los segundos están el naranja, rojo o amarillo.

Psicológicamente los colores nos transmiten sensaciones. Por ejemplo, el color y los tonos rojizos nos transmiten entusiasmo, energía. Si buscamos calidez, los tonos naranjas son los apropiados, al igual que los tonos amarillos nos transmiten alegría y positividad.

El verde, aunque es un color frío, dependiendo del tono, trasmite tranquilidad y calma. Otro color que es frío como hemos dicho es el azul que transmite frialdad, pero también seguridad.

Como vemos, todo en esta vida no es blanco o negro, sino que entre los dos existen una gama de grises. Depende del tono que elijamos dentro de un mismo color.

Hay veces que no queremos decorar con fotos o cuadros y por eso recurrimos a las láminas. Y decimos que nos implicamos personalmente a la hora de elegirlas porque una misma lámina a una persona puede trasmitirle unas sensaciones buenas, y a otra todo lo contrario o dejarla indiferente. Miramos lo mismo, pero no vemos lo mismo.

Cuando se habla de hogar, todos pensamos en calor, descanso, refugio, tranquilidad, seguridad, paz.

Imaginaos que hemos tenido un día laboral de esos que parece que nunca van a terminar. Llegamos a casa y al sentarnos, en la pared de enfrente hay una lámina que al contemplarla te hace como si dijéramos, teletransportarte a algún lugar en el que has sido feliz. No tiene que haber en la lámina una playa, para que a la persona en cuestión le haga recordar el verano tan bueno que pasó en un pasado.

Los colores y el efecto que producen en nosotros no es algo que se haya inventado o estudiado en el día de ayer. Ya el poeta alemán Goethe por el siglo XIX estudió los colores desde el punto de vista de la percepción, y pudo establecer una relación entre los colores y los distintos estados de ánimo. Más tarde otros estudiosos, les dieron significado a los colores.

Una lámina no es bonita o fea, porque eso depende de los gustos de cada uno, sino que depende de cómo tú la percibas y de lo que te transmita. Ante una lámina por ejemplo de un animal, algunos verán simplemente un animal y a lo mejor a otra la retrotrae a su infancia y al perrito que tanto cariño le hizo pasar buenos ratos.

Nuestra empresa tiene en cuenta muchos factores y de ahí la variedad que ofrecemos a nuestros clientes. Lo que buscamos es que se sienta a gusto en su hogar y si contribuimos a hacerle la vida o más fácil o un poquito más feliz y llevadera nuestra misión está más que cumplida.

La elección de láminas también habla de nuestra personalidad, son como ventanitas que dejamos abiertas para que los demás sepan interpretarlas y conocernos un poco mejor.

Una vez elegidas las láminas hay que pensar en el soporte que vamos a ponerles y la forma en la que vamos a colocarlas en nuestra pared. Esto dependerá del tamaño y peso de las mismas.

Una buena elección puede cambiar las estancias de nuestra casa y hacer que nos sintamos en ese hogar tan querido y buscado. Si compartimos vida con más personas debemos respetar el gusto y lo que le haga sentirse bien a cada uno, para que puedan sentir lo mismo que nosotros.

Los momentos inolvidables se convierten en recuerdos imborrables. Los recuerdos se convierten en lugares, olores, personas y estados de ánimo. Hagamos que nuestra casa sea la fortaleza donde estén guardados nuestros mejores tesoros. ¡Elige bien, elige Grupo Lampier!

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