Grupo Lampier siempre busca satisfacerte en todos los sentidos para que tu estancia dentro de tu propio hogar sea siempre de lo más placentera; que cada vez que estés fuera de él, estés deseando volver por lo realmente a gusto que te sientas cuando estás en casa. Además del mobiliario con el que cuentes, la claridad, luminosidad, limpieza de cada habitáculo de ella; hay que hacer un especial hincapié en la relevancia que cobra en nuestra vida cotidiana la palabra DESCANSO, ya que, sin él, no podríamos rendir en nuestro día a día, sentirnos sanos, fuertes y vitales y así poder sentirnos plenamente felices con nosotros mismos. Trataremos acerca de la importancia que supone para nosotros una buena elección del colchón que nos acompañará en nuestra vida diaria, y también en la relevancia que cobra por tanto la elección de un buen soporte para nuestro colchón en función de nuestras necesidades y en base a las características propias que vayan bien con él. Diferenciaremos entre somier y base tapizada y te daremos algunos consejos acerca de cuál elegir en función de cómo sea tu colchón.
Bien, comencemos…
La diferencia existencial entre un somier de láminas y una base tapizada radica en primer lugar en una característica a diferenciar entre ambos que es la firmeza de ambos soportes. La primera pregunta por tanto que has de hacerte a ti mismo es: ¿qué firmeza busco? y en base a ello, elegir. Mientras la base tapizada es un apoyo que destaca por ser muy firme, el somier de láminas está pensado para personas que buscan una firmeza media o baja, puesto que la flexibilidad de sus componentes es mucho mayor. La firmeza es un aspecto fundamental puesto que cuanto más firme esté el soporte, más seguridad y durabilidad habrá del colchón que hayamos elegido. No serviría de nada elegir un buen colchón que nos asegurase una buena salud corporal al permitirnos una adecuada posición de nuestro cuerpo mientras dormimos, y que el soporte fuera endeble, no tuviese esa firmeza que necesitamos, se moviera cuando en nuestro colchón nos tumbamos, etc.
Los somieres de lamas son la solución tradicionalmente más habitual gracias a la mayor transpiración que aportan. El espacio que separa a cada lama permite a los colchones contar con una mejor ventilación que resulta imprescindible para los modelos de colchones más antiguos. Debido a los materiales y tejidos utilizados, los colchones han tendido siempre a contar con una baja transpirabilidad, lo cual facilitaba la creación de humedades y ácaros.
El inconveniente de los somieres de lamas es que una gran parte de la superficie del colchón queda sin ningún tipo de soporte, por lo que resulta más fácil y común que se produzcan deformaciones y hundimientos.
Pero, como de evolución e innovación va el mundo en el que vivimos gracias a que empresas como nosotros optan por estos conceptos; podemos decir que hace unos años aparecieron las bases tapizadas como soporte para las camas, una solución que elimina los problemas de los somieres en cuanto a hundimientos y deformaciones y que ofrece una buena superficie para un buen descanso, razón por la cual se han popularizado rápidamente. Contar con una tabla firme y plana como apoyo para el colchón garantiza un soporte uniforme, que difícilmente permitirá que el colchón se deforme. La desventaja que las bases tapizadas presentan respecto a los somieres es su menor capacidad para transpirar, pero por ello podemos solventarlo utilizando un tejido transpirable que permita una buena aireación del colchón.
Para saber si un colchón es apto para una base tapizada o si por el contrario sería más recomendable un somier es necesario conocer su composición interna comparando los tres principales tipos de colchones que existen en el mercado: colchones de muelles, colchones de espumación como la mayoría de los viscoelásticos o bien colchones de látex.
Podríamos decir que cualquier tipo de colchón puede ser completado con una base tapizada para un descanso perfecto; sin embargo, los somieres de láminas encajarían con cualquier tipo de colchón, excepto con los de muelles ensacados, puesto que éstos requieren un soporte totalmente uniforme para evitar su deformación con el paso de los años.
Dicho esto, hemos de hacer un apunte y es que, a pesar de las diferencias existentes entre ambos tipos de bases de cama, los dos tienen una característica o fin común y es que proporcionan un gran confort al durmiente; un plus de comodidad, lo cual potencia la agradable acogida de tu colchón.
Somier o base tapizada; cualquiera de las dos, será una buena elección para tu confort, para tu día a día. Elige la que más encaje contigo, consigue un descanso aún más completo y: ¡Disfruta de unas muy buenas noches!