De todos es sabido que no es recomendable ni bueno para la salud dormir en un colchón viejo. Desde Grupo Lampier te vamos a dar las respuestas a las preguntas que todos nos planteamos en algún momento.
Por ejemplo, muchas personas se preguntan a qué se considera un colchón viejo. Pues un colchón como todo en esta vida tiene un período de vida caducable, las cosas al igual que las personas no son eternas. Nos pueden salir más o menos buenas dependiendo del trato que les demos, pero al final también son perecederas.
Un colchón se considera viejo cuando empiezan a perder firmeza y calidad porque se convierten en nido idóneo para habitar bacterias y ácaros. Esto ocurre más o menos a los siete años de vida del colchón, aunque no es una fecha infalible ya que habrá colchones mejores que otros al paso del tiempo. Dependerá del uso, de la calidad del mismo y del mantenimiento que le hemos hecho. Lo más normal es que a los diez años de un colchón bueno hay que ir pensando en renovarlo.
Siempre hablamos de la importancia de un buen descanso para nuestra salud y nuestra vida diaria y a largo plazo.
Muchas noches al acostarnos no conciliamos el sueño y empezamos a dar vueltas en la cama. Es en ese momento donde empezamos a pensar en nuestros problemas y casi siempre en cosas negativas. Creemos únicamente que se debe a las preocupaciones y problemas y no pensamos que se pueda deber entre otras cosas, a que nuestro colchón no nos haga encontrar nuestro lugar de descanso donde poner el cuerpo. Esto nos lleva a que por la mañana nos cueste mucho trabajo ponernos en marcha, nos levantamos doloridos y a veces hasta de muy mal humor.
Todos los colchones por muy bien que estén aparentemente, por mucho que cambiemos las sábanas, limpiemos el colchón, está más sucio de lo que se pueda apreciar a simple vista porque los ácaros siguen en su interior y esto se agrava con el paso de los años. Esto nos puede acarrear un problema de alergia a los ácaros si convivimos mucho más tiempo con nuestro colchón. Y si ya somos alérgicos pues empeoraríamos mucho más, sufriendo problemas respiratorios.
Hay otros problemas a ser tenidos en cuenta si desarrollamos alguna alergia y es la aparición de moho que al igual que los ácaros no se ve porque está dentro del colchón. Esto se debe al sudor y a las células muertas de la piel.
Cuando un colchón no nos proporciona un buen soporte, nos puede llevar a padecer problemas de cuello y espalda. Si no adquirimos una buena postura al dormir, sufren los ligamentos y las articulaciones. Hay que tener mucho cuidado con las posturas a la hora de dormir porque la columna vertebral que tan importante es a nuestro cuerpo, puede sufrir molestias en mayor o menor medida de por vida.
No solo un colchón viejo puede ocasionar problemas físicos, sino que también psicológicos o de conducta. Un mal descanso o un nulo descanso hace que nuestra mente sufra porque nos estresamos y como bien es sabido el estrés es tan malo como una enfermedad física, o puede ser la causa de algunas de ellas.
Si ya nos levantamos mal e intranquilos, nos podemos imaginas cómo nos va a ir el día. Y si eso se alarga a lo largo de un tiempo es muy perjudicial para nuestra salud física y mental.
Un problema serio que también puede aparecer cuando estamos durmiendo en un colchón viejo es la apnea obstructiva. Esta apnea obstructiva se produce cuando los músculos situados en la garganta como la lengua y el paladar blando se relajan de forma temporal, lo que lleva a que la vía respiratoria se estreche y dejemos de respirar por un momento. Este problema se traduce también en fuertes ronquidos, somnolencia durante el día, despertar brusco, presión arterial alta, falta de concentración diurna, agotamiento al levantar y cambios de estado de ánimo.
Nuestro sistema inmunológico se debilita porque tenemos muchos enemigos en ese colchón. Esos enemigos pueden aprovechar nuestra debilidad inmune y atacarnos sin piedad.
Como hemos visto un colchón viejo no es recomendable para nada. Y no por habernos gastado mucho dinero en un buen colchón de no sé cuántas estrellas, hace que no suframos al paso del tiempo.
Desde Grupo Lampier, te ofrecemos colchones amoldados a todos los bolsillos y de todas las calidades y prestaciones, para que cambiar de colchón no signifique un problema para nadie.
En cuanto empecemos a notar que no descansamos como al principio o que han pasado de siete a diez años, démosle las gracias por el servicio prestado y despidámonos de él.
En Grupo Lampier tenemos el secreto para que por fin puedas tener una buena salud y que el cuerpo descanse y la mente repose. El arte del descanso es una parte del arte de trabajar. Así que tienes todas las claves gracias a nuestros colchones de máxima calidad triunfar, rendir y disfrutar en todos y cada uno de los ámbitos de tu vida.
¡Buenas noches y buen descanso!